Excolegiata de Santiago de Cangas

La excolegiata fue forjada durante los últimos 500 años de historia. Aunque la mayor parte de la construcción data del s. XVI , cada época fue añadiendo su propia aportación y estilo. En el muro de la zona sur consta la fecha de 1541 y se asegura que la capilla mayor estaba terminada en 1548.

La nueva edificación fue elevada a rango de Colegiata por el Papa Paulo III en 1545, aunque se cree que el primitivo templo se remonta un siglo más atrás. La fachada, con todo, no se levanta hasta el 1585, siendo proyectada por Jácome Fernández y Antonio Vizoso, y constituye una de las mejores y más bellas muestras del arte renacentista de toda Galicia.

De planta basilical, una vez que entramos en el interior nos sorprenden las bóvedas estrelladas sobre altas y recias columnas que coronan las tres naves de las que consta, además de la Capilla Mayor, también con bóveda estrellada de muchas claves y su espectacular retablo barroco, construido en 1744, entre cuyas imágenes destaca un Santiago ecuestre y otro peregrino.

La fachada, que es la obra más reciente, tiene dos cuerpos de columnas estriadas jónicas y compuestas. La orientación escultórica del frontón de la fachada remite a temas bíblicos con varias imágenes. Todo el conjunto es de estilo plateresco renacentista. En la parte derecha a la fachada también podemos admirar la torre, del siglo XVIII, distribuida en dos cuerpos con sendas balaustradas.

La excolegiata dispone de otras seis capillas, en las que podemos contemplar tallas de enorme valor artístico, siendo la más afamada el ‘Cristo que no quiso arder’, que según el decir popular sobrevivió milagrosamente en 1617 al incendio de la Colegiata por parte de los piratas turcos. Pero sin duda, ninguna disfruta de tanta devoción como el Santísimo Cristo del Consuelo, excelente muestra del naturalismo barroco español, esculpido por Juan Pintos en el 1796.

‘Fonte do cabalo’

En la plaza lateral de la excolegiata encontramos la ‘Fuente de la Colegiata’. También llamada popularmente ‘Fuente del Caballo’, se trata de una escultura en granito hecha por Ignacio Cerviño en 1890, y representa una escultura de Santiago Matamoros, es decir del apóstol Santiago en la batalla de Clavijo (año 844).

Está tallada en una sola pieza. Cerviño es autor también de el Panteón de Ranqueta (situado en el cementerio de Cangas) y del Crucero de O Hío, entre muchas otras obras que tiene en el ayuntamiento.

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