El crucero de O Hío es obra del gran Maestro Cerviño, y es uno de los cruceros más visitados de Galicia. Está acompañado de esculturas pequeñas, finalizando en una cruz con dos escaleras. Gran parte del crucero está trabajado sobre uno único bloque de granito.
Está considerado uno de los cruceros más importantes de Galicia. Su talla representa dramáticamente los momentos más significativos de la vida humana, desde la creación hasta la redención, de forma simbólica. La iconografía es barroca. El propio simbolismo de las figuras está discutido.
Fue esculpido en 1872 por Ignacio Cerviño. Está dividido en tres grandes bloques de piedra. El crucero muestra la historia de la cristiandad que comienza en la base, con Adán y Eva consumando el pecado original. Continúa en el fuste con la imagen de la Inmaculada, y finaliza en la cruz con la escenificación del desenclavado de Cristo.
Está situado en la plaza de la iglesia parroquial de Santo André.